Solera Cáviti
Los encofrados para soleras ventiladas, forjados sanitarios y recrecidos, se conforman a partir de piezas plásticas, con forma de cúpula, y son adaptables a todo tipo de geometrías, cargas de uso y soportes.
Definición
Los módulos Cáviti se fabrican en distintas alturas para su uso en función de las necesidades de obra. Dichas piezas se unen entre si de manera rápida mediante galces, dando lugar a un encofrado perdido que una vez hormigonado, tiene la capacidad de soportar grandes cargas dada la geometría que genera.
Características
- Forjados sanitarios y soleras ventiladas
- Cubiertas ligeras.
- Recrecidos de pavimentos existentes
- Naves frigoríficas e industriales
- Rehabilitaciones
- Recrecidos de piscinas.
- Zonas de tránsito rodado y aparcamiento.
- Pasos de Bomberos.
- Zonas peatonales y andenes.
- No podrán utilizarse arenas o morteros en el llenado del encofrado Cáviti.
- El soporte de apoyo deberá evitar grandes irregularidades que generen malos apoyos de los pilares generados por el sistema.
- Para altas cargas uniformes, puntuales o dinámicas deberá dimensionarse la sección en colaboración con el departamento técnico de Cáviti (caviti@caviti.com).
- Capas de compresión inferiores a 5 cm, o no armadas, no cumplirían la norma.
- Deben utilizarse hormigones con resistencia no inferiores a 25 N/mm2 (HA25).
- El apoyo sobre terrenos expansivos o de muy baja capacidad portante deberá dimensionarse en colaboración con el departamento técnico de Cáviti (caviti@caviti.com).
- Todos los casos no especificados en nuestro Documento de Adecuación al Uso (DAU 14/086).
La planeidad del soporte (que no horizontalidad) es una de las cuestiones con más importancia en la fase de instalación, dado que apoyos defectuosos de los pilares del sistema pueden generar puntos débiles de la resistencia del mismo.
Otra de las cuestiones importantes es la referida a la capacidad portante del terreno soporte, por ello recomendamos ejecutar presoleras de hormigón de limpieza que nos permitirán mejorar el comportamiento del conjunto desde el punto de vista de la resistencia y del propio montaje.
En casos en los que el terreno tenga resistencia suficiente y se cuide la planeidad anteriormente indicada, los módulos Cáviti se podrán apoyar directamente sobre el mismo.
Los perímetros no deben presentan ninguna condición especial, pudiendo ser muros de hormigón armado, muros de fábrica, pilares, zunchos, riostras, vigas o zapatas de cimentación. Dichos encuentros se resuelven de manera sencilla cortando la pieza “a demanda” y adecuándola a la geometría en cuestión.
En estos casos, a modo de elemento retacante, junta de hormigonado y rotura de puente térmico, Cáviti recomienda la colocación de láminas de poliestireno para el mejor funcionamiento del sistema.
Únicamente en las situaciones en las que se hormigonen los macizados perimetrales a la vez que la solera, deberá colocarse el perfil perimetral, a modo de parapastas o encofrado vertical perdido, con el fin de cegar los arcos del sistema y evitar las pérdidas de hormigón bajo la pieza, en el resto de casos no sería necesario.
La fase de hormigonado no tiene peculiaridades específicas, una vez colocada la malla, el hormigón se vierte sobre las cúpulas bien con bamba, bien con cubilote, siendo importante realizar un vibrado posterior no muy profundo en las zonas de confluencia de las piezas donde se generan los pilares del sistema. Como en cualquier solera es factible el talochado manual o el fratasado mecánico.
En todo caso resistencias especiales o ambientes concretos en función de donde se encuentra la obra, serán definidos en la fase de proyecto.
Se consideran adecuados los hormigones tipo HA-25/B/25/IIa, HM-20/B/25/IIa o de prestaciones superiores, para las clases de exposición normal con humedad alta.
Se utilizarán mallas electrosoldadas que cumplan los requisitos técnicos prescritos en la UNE 36092:96, con denominación B-500T y dimensiones ME 15×15, ME 15×20, ME 20×20 y diámetros de 6 mm.